jueves, 3 de febrero de 2011

CUANDO LOS TELÉFONOS NO FUNCIONAN

En Los Ángeles no funcionan los teléfoncos ni el email. O si
funcionan, lo hacen muy aleatoriamente, como el tendido eléctrico de
un país tercer mundista, a veces sí, muchas veces no. Lo digo porque
ocurre con muchísima frecuencia que llamo a gente, dejo mensajes,
envío correos (a amigos, representantes, socios potenciales en
proyectos creativos) y muy raramente me responden. O me responden
mucho tiempo después, y a veces hasta para decirme, molestos, que les
he dejado el mensaje en el teléfono equivocado. Curioso lo de esta
ciudad, donde la tecnología opera de forma tan caprichosa. Hombre,
otra posibilidad es que la gente esté inmensamente ocupada para
responder. O que sean unos bobos. Pero, no, esto es imposible. Con lo
majos que son todos/as con sus sonrisas profidén. Bobos, no, quita,
quita. Imposible en esta ciudad. Será que les pillo en mal momento.

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