domingo, 13 de diciembre de 2015

jueves, 5 de noviembre de 2015

DE LA LOCURA A LA CORDURA O VICEVERSA: PARTE 7 (CONT. DE PARTE 6)

Y dale, que si ADN, que si genética, que si etnias y demás farfulladas ecuménicas. "Se hace o no se hace, y si se hace, hecho queda", pensó. Supo enseguida que lo que acababa de pensar era una chorrada, pero prosiguió  deglutiendo. Es lo que le pasaba siempre que hacía ejercicio y luego comía de seguido; se le encendía una especie de de strobe light  en el cerebro y las ideas se le disparaban en cualquier dirección. No sabía si era algo del azúcar en sangre o que, simplemente, los gases se le agolpaban en el intestino y la mucosa mental generada por el exceso de estímulos se transformaba en hipérbole pensante. Pero con un límite, eh, que tampoco es que fuera Vargas Llosa o Paco Umbral en su procreación literato-conceptual. De todos modos, decidió apuntarse el escorzo mental  en la libretilla de espiral que siempre llevaba en la guantera de la bicicleta para uso futuro en la novela que algún día escribiría.

Era consciente de que nunca ganaría el Planeta o el Cervantes pero nunca se creyó que fuera corto de mollera, como le inculcó su padre en sus desviados esfuerzos educativos. Por eso nunca renunció a escribir. Eso sí, la bici era lo primero. Y la historia lo segundo. Escribir, lo que se dice escribir venía en tercera o cuarta posición en su ranking de aficiones. Don Paco, su maestro de primaria en las Nacionales de Beristain le solía decir: "a usted, Iribarren, le vendría bien centrar sus esfuerzos en aprender bien el catecismo y tirar para el seminario. ¡Menos escribir, coño, le veo aura de sacerdote!". Joder, aura de sacerdote. Don Paco no se enteraba de nada. No sabía aquel hombre el aura de sacerdote que tenía Iribarren. Por de pronto no sabía que a Iribarren le gustaba tocarle las tetas a la Irene, buena bicha la Irene, que se dejaba con Iribarren y con Cengotita, aunque por separado, eso sí. De lo malo malo, al final Cengotita y la Irene formalizaron la relación y dieron al mundo cuatro criaturas, pero eso no sería hasta pasados otros 10 años, periodo durante el cual ocurrieron muchas cosas que algún día tendría que relatar para que no se perdieran en el pozo de la intrahistoria inane.  

Eso es lo que le venía a la cabeza en momentos como este. Andanadas de recuerdos, ideas y conjeturas de proyectos futuribles. Y eso que no había tomado café, sólo el bocata de tortilla y Tulipán. Era algo intangible. Le había dado muchas vueltas pero sin alcanzar ninguna conclusión. Le encantaba subirse a la bicicleta y recorrer las carreteras secundarias de Álava, Ribera Alta, Legutiano, Valdegobía, cualquiera. En realidad, era su pasión. Mientras pedaleaba no pensaba en nada. Era como el paraíso prenatal: puras sensaciones, los aromas de los campos y los árboles, la brisa del aire y el color de cielo. Su mente se paralizaba y lo único que procesaba era el devenir repetido de las rayas discontinuas en mitad de la carretera, el sonete de la cadena de la bici al rizar por los piñones, el sudor bajándole por la rabadilla o la presión de las manos sobre el manillar. En esos momentos era pura nube, un bloque de emoción en comunión con el universo, espacio delante, espacio detrás, cielo arriba y asfalto abajo. Y rodar con ecuanimidad y delicadeza sobre la carretera. Una monja budista podría decir que era como el fluir del agua sobre la roca. Pero el no era budista, qué va. Era del Alavés y punto. A lo más que llegaban sus adherencias religiosas era su tradición de acudir todos los años a la Misa del Gallo de Navidad en la parroquia de Santa Eulogia. Él nunca supo dónde empezó la tradición, pero le gustaba eso de ir a misa a las 12 de la noche. Había algo del ambiente que le llamaba, quizás simplemente el hecho de desaparecer de la cena familiar y tener una hora de paz entre cánticos con gente que no gritaba ni se emborrachaba. Tampoco le daba más vueltas. Le gustaba y punto.





sábado, 19 de septiembre de 2015

DE LA LOCURA A LA CORDURA O VICEVERSA: PARTE 6 (CONT. DE PARTE 5)

A la noche le sucedió el día y como era imposible no descojonarse de la coincidencia pues eso, se descojonó. Acto seguido inició el tramo de subida que le quedaba para llegar hasta lo alto del puerto. No era fácil, y el regusto que le había dejado la trucha asada del mediodía insistía en tocarle las pelotas, pero no cejó. Era algo genético, imbricado en el ADN familiar: los puertos se suben y luego se bajan, como la noche sucede al día y el amanecer a la oscuridad. Pura lógica, txo, le decía el padre cuando no estaba borracho. Ahora bien, de todo aquello lo que más le gustaba eran los árboles que rodeaban la carretera dejando sombras como imaginarias sobre el asfalto y aportándole una sombra beatífica que le protegía del sol sobremanera (una palabra que le venía mucho a la cabeza sin ninguna razón especial) y de forma gratuita, no como las cremas SPF que costaban un pastón y pringaban. El caso es que entre pensamiento y reflexión ya había llegado a la cima; las piernas le habían respondido y ningún buitre le puso la zancadilla, es decir, los coches le dejaron en paz. No era cosa baladí porque todavía llevaba dos clavos en el cuerpo, uno en la rodilla y otro en el tobillo de la ostia que se había dado hace un año cuando un anormal vestido de boda le echó a la cuneta con un Audi, robado para más señas, como descubrió la perspicaz investigación de la Policía Autonómica.

Una última pedalada y ¡dimba!. Cumbre. Bien. Ahora bocata de tortilla y bajada. Fácil y seguido, como el día a la noche. Cuánta sabiduría destilaba la tradición familiar.

miércoles, 12 de agosto de 2015

IRLANDA

miércoles, 29 de julio de 2015

SER FELIZ y ESTAR TRISTE

Caminaba una mañana hace poco por el bidegorri hacia Aizpurutxo. A los lados del camino, árboles frondosos, frescos, verdes. Sobre mi cabeza, el cielo azul con una hermosa manta de nubes adoquinadas con ranuras por las que se deslizaban tenuemente los dedos del sol. Ante mis zapatillas, paso a paso, mariposas amarillas y en el aire, el trinar de los pájaros. Reparé en que me sentía un poco triste: un desengaño/decepción con alguien con quien me aleteaba el corazón me había dejado entristecido. De repente recordé que me sentía feliz de estar allí y de que la soledad no era tal, sino que aquel caminar en comunión con la Madre Naturaleza era realmente hermoso y me alimentaba el alma. Feliz de estar vivo. Y profundamente agradecido por todo ello. Me di cuenta de que compartía ambas sensaciones– tristeza y felicidad– y comprendí que se puede ser feliz y estar triste al mismo tiempo. Un gran descubrimiento que me permitió seguir caminado con ligereza y una sonrisa, la felicidad por delante de la tristeza. Quizás sea uno de esos descubrimientos que se graban en el alma como un dibujo en la arena y, al tiempo, sólo nos queda una vaga memoria de que algo hubo (aunque siempre se pueda redescubrir). O quizás sea algo que se me quede a fuego y me acompañe siempre. Sería un gran regalo.


sábado, 11 de julio de 2015

CALIFORNIA

Nunca pensé vivir en California. Si me hubiesen preguntado en mi época de estudiante-explorador en qué lugar de Estados Unidos me gustaría vivir hubiese respondido  Colorado, Nueva York, las Dakotas, o quizás Maine. Nunca California. Ni siquiera cuando emigré a Hollywood pensaba en lo que éste estado tiene para ofrecer. Los primeros años tenía la cabeza tan metida en el culo de Los Angeles que no era consciente de la belleza que brotaba en las aceras de esa misma ciudad de cara áspera y corazón volátil. Así es la vida, un puro flujo. Las cosas cambian, vamos aprendiendo a ser tolerantes con nosotros mismos y…así se van abriendo puertas y nos vamos quitando velos de los ojos. Lo cierto es que me encanta California, lo árido, el desierto, los bosques amigos, las carreteras sinuosas y la yerba seca. En realidad, me gusta la Naturaleza, el regalo de Dios, y en California, la Naturaleza bulle por todas las esquinas. No es la descomunal Alaska ni el voluptuoso Hawaii, pero el silencio de las rocas de Joshua Tree o Owl Creek Canyon me proyectan igual hacia un mundo interior igualmente maravilloso y evocador. Como el camino de Willits a la Avenida de los Gigantes, o el retorno nocturno bajo la luna plena en aquella carretera solitaria y zigzagueante. Dones divinos. Quizás sea por eso que los monjes españoles adoptaron esta región como propia con todas las misiones y enclaves, desde San Diego a Sacramento, pasando por Los Angeles y San Juan de Capistrano. Desde luego se presta a la meditación y al gozo interior. (Del gozo exterior por estos lares hay ya mucho escrito…). Y para acabar, los Eagles tenían razón: It never rains in California… 

A ver si llega el Niño y nos deja un poco de agua, que también hace falta.

miércoles, 13 de mayo de 2015

EL AGUJERO DEL DONUT

Hablo con un compañero de clase sobre los cambios que genera la Técnica Alexander en quienes la estudian. En principio se trata de una técnica dirigida a reeducar el cuerpo para usarlo sin tensión, "inhibiendo" las instrucciones que le damos y que inconscientemente generan tensiones y, a la postre, lesiones; el "objetivo" es liberar su potencial kinético para un funcionamiento más sano del sistema anatómico. Pero lo que parece puramente una terapia física resulta que tiene importantes efectos colaterales a nivel personal. ¿Por qué? Porque no podemos separar nítidamente lo físico de lo emocional ni mental. Si sentimos miedo enterramos la cabeza entre los hombros. Si sentimos vergüenza agachamos la cabeza y nos encogemos; o tendemos a ponernos de lado para escondernos. Si reprimimos rabia, apretamos la mandíbula y/o los puños. Estas son algunas de las reacciones. Hay más. La mayoría, inconscientes. Con el tiempo, si se repiten habitualmente, se cronifican. Con la Técnica Alexander ayudamos a liberar esos músculos y articulaciones agarrotados o "mal usados". Al hacerlo es posible que se liberen las emociones allí acumuladas. Cada persona es diferente y puede tener reacciones–o interpretaciones–distintas. Pero algo ocurre. Como en todo, es preciso que el estudiante crea en lo que estudia–y esté en su momento vital adecuado– para extraer el máximo provecho. De todos modos, con el tiempo uno se da cuenta de que las palabras se quedan cortas, o se pasan; pierden su utilidad explicativa. Con el tiempo, uno se da cuenta de que lo único que queda es el silencio. El silencio acaba explicando. O uno acaba entendiendo a través del silencio. Como el agujero explica la esencia del donut. O algo así... Por eso me callo.

viernes, 24 de abril de 2015

DE CONFLICTO, INCERTIDUMBRE Y MIEDO

Estaba hoy con mi profesor de Técnica Alexander y hablando, hablando llegamos al tema de los conflictos y de la incertidumbre en los procesos personales. La semana pasada me trasladó una información que me costaba digerir porque, en principio, era contradictoria (conflicto) con otras cosas que me había dicho antes. Y eso me generó incertidumbre por un momento. Sin embargo, al poco tiempo, reconocí en mi interior que todo es parte del proceso. Que cuando empezamos a trabajarnos por dentro vamos descubriendo cosas. Y cuantas más cosas descubrimos más fácil es percibir contradicciones o conflictos con lo anterior porque nos hacemos más sensibles, percibimos con más sutileza lo que hacemos y por qué. Esto se aplica también (incluso especialmente) a nuestros propios bloqueos/miedos. Y esto nos lleva a la incertidumbre. ¿Estoy en el buen camino? ¿Por qué pasa esto ahora cuando pensaba que ya estaba superado? Y muchas preguntas de este tipo. Por eso  es importante confiar. Confiar en que hemos empezado un camino, y todos sabemos que los caminos no son siempre rectos y ascendentes. Aceptar la incertidumbre para mi ha sido, es, clave. Pero por otro lado, si hay momentos en que me resulta difícil vivir con ella, pues no pasa nada. También eso es parte del proceso. El mejor momento para empezar es siempre aquél en el que estamos, dice Pema Chödron, una monja budista. La incertidumbre pasa a ser quizás la única certidumbre. Aceptar que el proceso no es lineal, sino elíptico, al menos para mí, me ha servido para limar asperezas conmigo mismo y aceptar que las cosas no siempre salen como queremos ni cuándo queremos. Y está bien.

Pema Chödron escribe: "Cuando nuestra actitud hacia el miedo se hace más receptiva e inquisitiva, se produce un cambio fundamental. En lugar de pasarnos la vida en tensión aprendemos que podemos conectarnos con la frescura del momento y podemos relajarnos. Esta práctica consiste en "observar de forma compasiva nuestros estados de ánimo, nuestras emociones y nuestros pensamientos". Sin juzgarnos, sin enfadarnos o descorazonarnos. Hay algo de meditación, de serenidad, de aceptación en reconocer que en el momento en que estamos, por ejemplo, sentimos rabia, o inseguridad. Está bien. ¿Estamos ahí? Pues ahí estamos. Reconocerlo es un primer paso, pero tampoco es preciso ponernos objetivos a partir de ahí. Observamos, vemos y sonreímos. No nos tomemos tan en serio. Una buena respiración y p'alante.   

lunes, 20 de abril de 2015

JOSHUA TREE o EL ÁRBOL DE LA VIDA

Esta vez el arribo a Los Ángeles tiene otras connotaciones. En principio vengo para poco tiempo y con objetivos muy concretos. Me alojo en casa de amigos pero busco otro espacio para estar más recogido. He pasado por un periodo de gran crecimiento y valoro, quizás más que nunca, el espacio de silencio. Disfruto de donde estoy y disfrutaré donde vaya.

 Y ayer fui al parque nacional de Joshua Tree. No es la primera vez ni será la última pero quizás este fin de semana gocé más que nunca. Si JTree fuera un cuadro diría que es un Rothko. Simple y monótono en apariencia pero profundamente rico y matizado en cuanto te abandonas a los ojos del espíritu. Rocas, arena, cactus, matojos, árboles, aves, roedores del desierto, serpientes ermitañas y mariposas rebeldes… El cielo azul de horizonte a horizonte, un sol fulgurante y la ocasional brisa balsámica.

Saltando como cabras subimos a la cima de una de las pirámides de roca granítica que perlan el desierto; pero no son ornamentos en un paraje desolado sino su columna más vertebral. La aspereza de la piedra en la mano, el roce con las púas de los arbustos, el esfuerzo explosivo de los músculos al saltar de peñasco en peñasco, la vista del cuervo al planear sobre los riscos o el gesto desafiante del lagartijo de vientre azul al pisar su territorio… Esto es lo que se describe, pero lo mejor, la belleza intangible y la conexión espiritual, es lo queda envuelto en la memoria inconsciente como un regalo con temporizador. Cuando más lo necesitemos, saldrá a la luz. Gracias.













domingo, 12 de abril de 2015

A LA VUELTA

Los Angeles. Vuelvo a esta ciudad que me recibe con sol y la sonrisa del taxista armenio que me lleva a lo que será mi casa durante unos días. Antes el policía de aduanas demostró estar contando los segundos hasta la jubilación a través de su gesto huraño y desgana.

Cruzo el umbral del jardín y es como si no me hubiera ido más allá de un fin de semana al desierto purificante de Barstow. Organizo el desempaque, lavo algunas cosas y reviso el tema Internet. Hay conexión. Mañana domingo será día largo e interesante. A partir del lunes a trabajar. Todos los días a disfrutar. Poco o mucho, pero siempre algo. Dejo atrás unos meses intensos, duros, difíciles, pero también productivos, hermosos y esperanzadores. Por delante proyectos de futuro y también soluciones a situaciones antiguas. Estamos en el camino.




miércoles, 1 de abril de 2015

SELMA

Fui a ver Selma el pasado lunes por la noche.

Y qué bien que me decidí a ir. Me encantó la película, incluso a pesar del doblaje (qué pena que en España se doble todo, hasta los ladridos de los canes extranjeros). Me gustó mucho 12 Años de Esclavitud (12 Years a Slave). Pero Selma, sin ser tan aparentemente provocadora desde el punto de vista moral como 12 YAS (en Hollywood este film generó una fuerte polémica: Ver mi posting sobre esta peli en el presente blog) me emocionó. Conozco muy bien Estados Unidos y sus gentes. He tenido contacto por referencias directas y experiencias cercanas con las emociones y situaciones provocadas por la discriminación racial. Quizás por ello Selma me tocó especialmente. La película es sobria y no cae en juegos emocionales para negociar la empatía del espectador. No los necesita porque la historia es suficientemente lacerante y reciente como para tener que aderezarla. La brutalidad  del poder establecido y el racismo de la sociedad en general (con honrosas excepciones, como siempre) del Sur estadounidense no necesitan revestimientos para subrayar su absoluta inmoralidad ni, por otro lado, para justificar o explicar la determinación y solidaridad de aquel puñado de Freedom Fighters encabezados por Martin Luther King y un puñado de valientes. Sin ellos Barack Obama no sería presidente de EEUU y el mundo sería un lugar peor. Todavía queda mucho por hacer, muchísimo en sitios como España, pero hay partido. 

Hermosa historia. Hermosa película. Magníficas también las imágenes reales en ByN y el rap de los créditos. Gracias.  

jueves, 26 de marzo de 2015

ECHARSE AL MONTE



El monte. Echarse al monte; la cabra tira al monte; poner puertas al monte (¿será el de Venus…)?  Qué bonito es el monte. Da para todo tipo de refranes, metáforas y documentales de la 2.

Sin ser cabra ni disfrutar presentemente de monte venusiano alguno en forma activa ni pasiva, he de confesar que me encanta el Monte. No me echo al monte, aunque me gustaría tirarme alguno; nada que no piensen la mayoría de los hombres y bastantes mujeres de mi edad. Supongo que estas cosas ya no escandalizan a nadie en esta sociedad tan avanzada en la que nos ha tocado vivir. Aunque si este blog tuviera, pongamos por caso, 300.000 lectores en lugar de 3.0, seguro que habría alguno que se sentiría escandalizado por la retranca.




                                                          El Monte


O no, who knows?.

En fin, no se trata ahora de enhebrar ironías más o menos finas–si bien la tentación está siempre presente–. Hablo del monte básicamente porque me gusta. El monte, los caminos de tierra, el campo, la yerba y los árboles, la lluvia, el rocío y el sol, el viento y las flores en la niebla son como un parque de atracciones, una especie de montaña rusa, noria y carrusel de libertad adonde acudimos con nosotros mismos para dar rienda suelta a emociones pesadas o indagar en interioridades que ni siquiera sabemos que llevamos dentro.

El monte, el espacio natural es conexión, raíz. En realidad, es el espacio más puro, alejado de la vorágine, una vacación de la neurosis.

Aunque haya gente que entre árboles se siente como pez en lonja–perfectamente legítimo–para mi el monte, el campo es un buen amigo que pide poco y da mucho de corazón. Ir al monte supone alimento goxo, un desembarazo de cargas y una recarga de energía. Sutil y delicada, pero firme e inalienable.  A cambio, busco cuidarlo y respetarlo. Me muestro agradecido por el silencio cómplice del árbol, el sonido de la bota contra la tierra, el canturreo de las aves y las briznas de sol en una tarde nubosa.

Me gusta el monte. Sin puertas. Sin cierres. Simple.

¿Ah, y el de Venus? De éste hablamos otro día. :)

miércoles, 4 de febrero de 2015

OPEN MIKE-MICRO ABIERTO - 13 DE FEBRERO A LAS 21 HORAS

El próximo 13 de febrero, a las 21 horas, he organizado un MICROFONO ABIERTO en Santa Barbara. Se trata de crear un espacio seguro, acogedor y abierto para cualquier persona que tenga inquietudes creativas: recitar poesía, cantar una canción, hacer un monólogo o una performance, tocar un instrumento, contar unos chistes...

Está invitado todo el mundo, desde Eitza hasta Papúa Nueva Guinea, pasando por Los Angeles y Soweto. Pero si sólo vamos un buen grupo de la zona a pasar un rato agradable y goxo, y a escuchar y contar historias divertidas en un ambiente de respeto y solidaridad creativa, también estará bien. ¡Y además no se acabarán las castañas ni la cerveza! Os espero.

miércoles, 21 de enero de 2015

VIVE TU VIDA, NO LA QUE OTROS QUIEREN QUE VIVAS



Al hilo de mi reciente experiencia personal me he vuelto a acordar de esta hermosa oración atribuida a la Madre Teresa de Calcuta-con algún añadido mío-que llegó a mis manos hace algunos años y que me parece de permanente actualidad. Seguro que muchos pueden conectar con estas sensaciones. Un abrazo.

La gente es a menudo poco razonable, ilógica y egocéntrica.
            Perdónalos de todos modos.

Si te muestras amable,
            Algunos te acusarán de hacerlo por alguna motivación oscura y egoísta.
           
            Sé amable de todos modos.

Si tienes éxito y te van bien las cosas,
            Ganarás amigos falsos y enemigos de verdad.
           
            Ten éxito de todos modos.

Si eres honrado y sincero, habrá gente que quiera aprovecharse  de ti.
           
            Sé honrado y sincero de todos modos.

Aquello que has tardado años en crear,
            Puede que venga alguien y lo destruya de la noche a la mañana.

            Crea de todos modos.

Si encuentras serenidad y felicidad,
            Algunos sentirán celos y envidia,
           
            Sé feliz de todos modos.

El bien que hagas hoy, la gente lo olvidará mañana.

            Haz el bien de todos modos.

Dale al mundo lo mejor de ti mismo y nunca será suficiente.

            Dale al mundo lo mejor de ti mismo de todos modos…

Porque debemos vivir nuestra vida para nosotros, no para quienes desde su ceguera y egoísmo pretenden erigirse en jueces de los demás.

Porque no debemos rendir cuentas a nadie, salvo a nuestro Dios.